Visualiza la siguiente situación: estás con tu familia o con tus amigos en la orilla del mar, disfrutando de un refresco o de un delicioso helado cuando, de repente, un dolor punzante nace en tu boca, te atraviesa la cabeza y tienes la sensación de que se te “congela el cerebro”. ¿Te ha ocurrido alguna vez?
Este fenómeno, tratado muchas veces como un dolor de dientes puntual, es lo que llamamos sensibilidad dental. Suele aparecer cuando se produce una pérdida del esmalte y la capa inferior del diente, llamada dentina, queda expuesta.
En este artículo te contamos cuáles son las causas de la sensibilidad dental, cómo puedes evitarla y cuál es el tratamiento indicado para solucionarla. En los casos más severos, es necesario realizar una endodoncia para sanar los conductos del diente y evitar perder la pieza.
¿Cuáles son las causas de la sensibilidad dental?
¿Sabías que el esmalte es el tejido más duro de nuestro cuerpo? Es la capa superficial que protege los tejidos internos, como la pulpa o la dentina.
La dentina contiene los nervios y vasos sanguíneos del diente. Por ello, cuando el esmalte se ve deteriorado y la dentina queda expuesta, el diente es mucho más sensible a estímulos externos como el frío o el calor y manda señales de dolor al cerebro, produciendo sensibilidad dental.
Para evitar este problema, es necesario conocer los factores que favorecen la erosión y la abrasión del esmalte, y que por tanto pueden propiciar la sensibilidad dental.
¿Se puede evitar la sensibilidad dental?
Los alimentos ácidos o con azúcar y las bebidas carbonatadas (refrescos, zumos isotónicos…) son los principales responsables de la abrasión dental y de su consecuente sensibilidad. Sus ácidos alteran la composición del esmalte, que necesita la ayuda de la saliva para remineralizarse y recuperar su fortaleza.
Por este motivo, una de las mejores formas de evitar la sensibilidad dental es moderar el consumo de refrescos y de este tipo de alimentos. También es bueno esperar unos 30 minutos para cepillarse después de tomarlos, así darás tiempo a que el esmalte se recupere.
¿Un último consejo para prevenir la sensibilidad dental? Evita realizar un cepillado agresivo. Cepillar tus dientes con más fuerza no va a hacer que queden más limpios. Ejerciendo mucha presión contra los dientes lo único que conseguirás es favorecer la abrasión dental.
Tratamiento de la sensibilidad dental
La alimentación no es el único factor que da pie a la sensibilidad dental. Un traumatismo o una caries muy profunda también pueden dañar los nervios del diente y generar esa sensación.
La caries por sí sola no genera sensibilidad, pero se convierte en un problema mayor cuando la dejamos sin tratar y la infección continúa avanzando.
La caries perfora la corona y destruye progresivamente el tejido duro hasta alcanzar la dentina. En este momento, aumenta la sensibilidad dental y si llega a doler es posible que sea necesario realizar una endodoncia o tratamiento de los conductos: se extrae la pulpa dañada, se rellena el diente con un material biocompatible y se reconstruye la corona. Así, conseguimos eliminar el nervio enfermo y acabar con la sensibilidad dental.
Visita a tu dentista para conocer las causas de la sensibilidad
La mejor forma de determinar las causas de la sensibilidad dental es acudir al dentista; la sensibilidad puede ser un signo de que hay una infección o una respuesta de tu organismo ante otras patologías o estímulos externos. ¡Visita tu clínica dental de confianza para cerciorarte de que tu salud oral está en buenas condiciones!
Si tienes sensibilidad dental o necesitas una endodoncia en Las Palmas, contacta con nuestro equipo de expertos. Utilizamos la última tecnología de diagnóstico y aplicamos anestesia local para que el paciente no sienta dolor durante el tratamiento. ¡Pensamos en ti!